Diez años en los que había ido a un campeonato del mundo con veintidós años, con veintitrés a un europeo y a unos juegos olímpicos con veinticuatro.
Miraba atrás y veía una cancha y una pelota naranja".
(Frangmento del capítulo 16 de "Me alegro por ti").
¿Cuántas veces tiene una la oportunidad de hacer llegar a las manos de la persona que se imagina un texto basado en él?
Cuando escribí en el 2007 "Me alegro por ti" me basé en un par de jugadores de baloncesto para crear el personaje de Víctor Uriarte.
Esta semana he tenido la oportunidad de hacerle llegar el manuscrito a uno de ellos, al más difícil de acceder y el que en mi mente puso cara y cuerpo, movimientos y miradas a ese jugador inventado al que, como madre, le he cogido cariño aunque no exista.
No espero nada ni creo que haya nada que esperar, salvo saber una parte de mi trabajo se siente un poco más realizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario